Olé, Vida Málaga!
En el café de Chinita, cuando la Trini cantaba,
y a los hombres embrujaba con su porte señorial.
Era garbosa y bonita, dicen que a nadie quería,
y aquel que la pretendía, porque la pretendía, nunca lo quiso escuchar.
Las flamencas y bravías se ponían a temblar,
y en cuanto por Malagueña entonaba este cantar,
tengo que poner espías, por ver si mi amante viene.
Al pie de Torre García,
hay mare, no sé de qué tiene,
y el camino de Almería.
Almería.