Yo lo vi, estaba solo, eso nadie me lo dijo, con botellas en la mesa y una bolsa de perico,se empinaba la botella y se echaba un pasecito, sacó una pistola a la escuadra y el retrato de una dama,lo encendió con un cerillo y en la mesa ardía en llamas y de ahí se fue a buscarla para destrozarle el alma.Se aventó un trago de whisky y una limia anol de coca y salió bien enyerbado,luego se subió a su troca y agarró la carretera con el rumbo de Tepoca.Dicen que llegó hasta el pueblo y parqueó su camioneta y enfrentito,de una casa, se bajó y tocó la puerta y cuando le abrió la dama, que grande fue su sorpresa.Le pegó un tiro en el pecho, matando la sangre fría,cuando estaba,agonizando, sollozando, le decía, has matado al hijo tuyo, que muy pronto nacería.Y los que vieron platicaron, que antes de morirte el hijo, te dejé cariño mío,porque tú tienes tu vicio, que enseñanza ibas a darte.Ya cuando naciera tu hijo.La droga, el trago y las armas, no pueden ser compañeras,son tres cosas negativas y por eso no se llevan,y el que quiera comprobarlo, cosas buenas no le esperan.El que quiera comprobarlo, cosas buenas no le esperan.