La otra tarde
me agarraba ya la noche
sacando la hacienda del bañal
cuando allá en el medio de la cañada
un gaucho me esperaba sobre un tácuro parado
envuelto en su poncho pampa me decía
con la rienda un parejero
en la mano no se asuste soy Jacinto Cruz Pereira
es el alma de su tata que quería saludarlo
y de un salto en su montado se alejaba
perdiéndose en el confín de la cañada
y aún escucho en la noche
cuando sonó el chasquido de los vasos
del galope en el agua
dio la voz de buen chico
apenas si alcancé a reconocerlo
pues los años de mi mente lo han borrado
si yo era un gurín
cuando él se ha ido
en las carleras del parco
un domingo lo mataron
Yo llevo el mismo nombre de mi tata
Don Jacinto Troperera se llamaba
No he podido aún vengar aquella muerte
Y por eso es que esa alma anda penando en la cañada
Y en las noches de mal tiempo allí se escucha
Un zapucay que retumba en el agua
Un entero que relincha en la partida
Un grito alabanderado era el alma
De mi tata
De mi tata