traía tatuada en el brazo la
figura del cordero
lo mismo que
en su pistola y en la copa del
sombrero y en la frente de la
de sean que era traficante por la facha que tenía
pero resulta que el hombre era narco policía a
cumplir con una orden especialmente venía
en la cantina del pueblo unas pistolas tronaba
y aquellos peces tan gordos entre
cerveza nadaban no sospechaban siquiera
que la muerte se acercaba
entro el agente muy bravo con su pistola y un cuerno
les dijo nadie se mueva o los despacho al infierno
y ustedes dos me acompañan es una orden del gobierno
las pistolas contestaron escupiendo plomo y fuego
como era gente antidrogas no sabía lo
que era el miedo se quitaba los disparos
maromeando por el suelo
los peces cayeron muertos y el agente salió ileso
aquel narco policía logró partirles el queso
muchos prefieren la muerte antes que mirarse
preso por
los pescados que han muerto no va a acabar el ceviche
matas uno y salen 20 la estadística lo dice hay
muchos más en la lista que también van a morirse