En la finca del recreo por regimiento de Atillo
Nació Efraín González, el que llamaron Caudillo
En la vereda de Varela su nombre nunca se borra
Pues todos los campesinos lo recuerdan y lo lloran
Fue cierto que lo mataron en una lucha insoluta
Pero su recuerdo crece como el sol cuando se oculta
La virgen era su escudo, su escapulario guardaba
Cuando fue viviente muerto en la boca los llevaba
Qué hombre tan valeroso con el quisiera yo irme
Cuando sonó la metralla González estaba firme
Como la talla de este hombre muchos quisieran temerla
Era fiero en el combate y se liaba con cualquiera
Cuando en su primer combate lo recordamos por cierto
Con cincuenta y seis cartuchos aniquiló un regimiento
Él no era un hombre violento, era un militar cabal
Pero al matarle a su padre su sangre quiso vengar
Del batallón se fugó con su fusil uniforme
A demostrarles a todos que él también era muy hombre
Fueron búlgar asesinos como lo dice la gente
Solo ayudaban los pobres, Dios de guardia hombre valiente
Su nombre pasó a la historia y como prócer quedó
Y por su desgracia se quedó en la lucha insolente
Su gran valentía también se inmortalizó
Adiós Efraín González, Dios de corona y de gloria
De su tumba elevamos oración a tu memoria