Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús, nuestro Señor,
porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,
habiendo sido yo ante blasfemo, perseguidor e injuriador,
mas fui recibido a misericordia, porque lo hice por ignorancia, incredulidad,
pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante,
con la fe y el amor que es en Cristo Jesús,
nuestro Señor, palabra fiel y digna de ser recibida por todos,
que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero,
pero por esto fui recibido a misericordia,
para que Jesucristo mostrase en mí el primero de toda su clemencia,
para ejemplo, de los que habrían de creer en Él, para vida eterna.
Por tanto, al único y sabio Dios, sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.