Hoy como ayer transito de amargurano veo nada que me cause agradomi madrecita está en la sepulturay soy sin ella en el mundo un desgraciadomi madrecita está en la sepulturay soy sin ella en el mundo un desgraciadoera una tarde cuando el sol partíaque vestía la mansión de negromientras el cuerpo de negrode mi madre se escondíaen la lutuosa parte de un cementeriomientras el cuerpo de mi madre se escondíaen la lutuosa parte de un cementerioallí quedaba el hijo sin venturaal cerrarse esa poza para siemprey le rogaba a Dios con mi amarguraque hiciera corto el paso con la muertey le rogaba a Dios con mi amarguraque hiciera corto el paso con la muertemuerte. Así decía en mi oración sagrada, al sentir la aflicción de aquella tarde,¿quién besará mi frente aniquilada con dulces besos como los de mi madre? ¿Quiénbesará mi frente con dulces besos como los de mi madre?