Sé que no puedo dejarlo
cada día que yo pruebo algo de ti.
Cada
noche que amanece sin dormir.
Yo que solo así podía ser feliz.
Yo que solo, yo que solo puedo.
Dime dónde estás,
dónde conseguir solo algo de ti.
Por una vez más, no recuerdo ya.
Te vine a buscar, te noqué al salir.
Me sinto exigida,
mirar hacia atrás,
volver a empezar.
Tal vez te de algo de brillo en la mirada,
pero ya da igual de qué más te da.
Mientras puedas seguir en tu almohada.
Y si sintiese algo dentro que no se puede explicar.
Como el calor de un abrazo que das antes de marchar.
Y si pudiese cambiar las cosas de verdad.
Me volvería a olvidar.
Y si pudiese volver,
al primer momento en el que me viste.
Recuerdo de unos días felices,
ya tan lejos de mi habitación.
Y si te vuelvo a ver,
recordando todas las cicatrices.
Pensando las promesas que hiciste,
en tu olado frío de coche.
Y sé que no puedo dejarlo.
Cada día que yo pruebo algo de ti.
Cada noche que
amanece sin dormir.
Y aunque solo así pudiera ser feliz.
Y aunque solo me fiques con tu amor.
No puedo dejarlo.
Cada día que yo pruebo algo de ti.
Cada noche que amanece sin dormir.
Y aunque solo así pudiera ser feliz.
Y aunque solo me fiques con tu amor.
No
puedo dejarlo.
Y sé que no puedo dejarlo.
Cada día que yo pruebo algo de ti.