Buenas noches mis amigos, bienvenidos al parrando, con arpa 4 y maracas aquí les traigo mi canto, a muchos les va a gustar y va a causar gran impacto, ya es patrimonio del llano la rumba de los capachos, cuando la familia López con esfuerzo hizo este rancho, juntándola en el 90 en el kilómetro 4, queda por la vía casi a cesta ese lugar exacto, y el que quiera parrandear, ven que se divierte un rato,
a las 4 de la mañana si llega a estar cabeceando, un buen sancocho pariente para que siga bailando, pa' que no goce el costeño, el rolo, el paisal, boyaco y sobre todo los llaneros que me están acompañando.
Que vivan metiendo embustes o yo no lo comparto, una mente fantasiosa que se inventó ese relato, que el diablo se apareció convertido en un espanto, que cantaba y zapateaba, que era morocho y bien alto, que las canillas sequitas igualitas que un tautaco, tenía los ojos grandotes, mascaba chimo y tabaco, yo como era el invitado me acuerdo del espectáculo, el diablo era el negro Jaime, que se encontraba en el patio,
y quien no conoce a Jaime.
Todo ese negro, dientes blancos, es el amigo de todos, que por sacar a un borracho, que se encontraba cansón, grosero y pegando saltos, lo acusó de ser mandingas, pa' fastidiar al muchacho.
¡Báilelo mi gente capachera!
No faltan los semidiosos que desprestigian lo bueno.
No faltan los semidiosos que desprestigian lo bueno.

El pollo Mauricio López trabaja siempre sereno,
entretene a sus turistas que vienen desde muy lejos,
porque cuenta con expertos que lo hacen ser el primero.
Día por día esto evoluciona, cada vez es más selecto,
en el llano de los capachos es el lugar predilecto,
porque son varios ambientes y un calendario repleto,
de artistas y de invitados mostrando un nuevo concepto.
Pa'lante Mauricio López, pa'lante quien dijo miedo,
siga apoyando el talento,
con entusiasmo y esmero,
que se escuche en mi Colombia y también en el mundo entero,
pa' poner en alto el nombre de nuestro folclore llanero.