Era mi mejor disfraz, pero ha llegado a ser una piel artificial
He llamado al ascensor para poder descender al filo de otra edad
Hasta el diez, hasta el seis, hasta el quinto año
A la tiza escolar a mi amor en un bar
Donde no había más ganas ni ganas de mentir
Mi garganta aprendió una forma de vivir
De espaldas a mí
Era sólo una cuestión
De ser un hombre
De saber cuándo rendir
De saber aparentar
Gatos de libertad, gatos de soledad
Es lo que doy de sí, es lo que doy de mí
Treinta años sin
Un gramo de madurez
Y es que me da miedo
Sobrevivir
Sin ti
Ando diciendo
Que siempre
No cuento
Nada sobre la vida
Nada sobre mí
Nada sobre esto
Nada sobre él
Nada, nada más
Nada, nada más
Nada, nada más
Nada, nada más
Nada, nada más
Y hay un mundo mejor si miro hacia atrás
Al colegio francés que hay junto a la estación
Y al invierno aquel en que te conocí
¡Gracias!