Yo te amé sin conocer
tu lado oscuro.
Cuando lo conocí,
pues te amé más.
Yo te amé con tu anuncio de derrumbo,
¡Vámonos!
Tienes fuego como yo, tienes fuego como yo.
Y te quiero para mí.
Y es que tú,
mi amor,
vuelcas todo el universo.
Voy planeando una explosión que ilumine la razón.
Y te quiero para mí.
No, cielo,
no fue como dijiste que sería,
pero al menos hoy lo intento.
No quise lastimarte,
pero sé que eso es parte de este juego.
No, cielo, no, ¡vamos, vamos!
Hoy te invito a caminar,
si no te aburro,
claro está.
Quizá debiera de entender,
quizá nunca voy a entender
que simplemente es el amor.
¡Vá!
¿Qué pasa?
No,
cielo,
sonríe e ilumina este momento.
Te viste caminar sobre mis huesos.
Brinda un poco de tu luz.
Ilumina esta ciudad.
No, no, no, no existe nadie como tú.
Gracias.
Muchas gracias.
Yo siempre regalo mi polo al que canta más
fuerte y siempre va a estar el que dice,
¡ay, no, tú eres cachinero!
No, no, este polo es de Gutiérrez.
De aquí me voy a ir a tomar hasta morir y
tiritar de frío y estar llorando como siempre.
Los que quieran ir,
están en el grupo de WhatsApp,
bajen nomás.
En mi casa no hay nada que robar,
solo hay libros.
Depende de Johannes, Johannes está inspirado.
Yo cierro con esto y lo dejo con Johannes.
No quiere, no quiere Johannes.