El augurio del buen invierno, tal y como anuncia el pastor, me devuelve los recuerdos que el amar me arrebató. Podéis brindar por ello, podréis reconocer que si muero en el empeño, jamás lo habréis de saber. Remar, remar, remar, remar hacia alta mar, ahogar a mis fantasmas para luego regresar. Remar, remar, remar, remar hacia alta mar, ahogar a mis fantasmas para luego regresar. El diario de aquel verano, aquel en que nació nuestro amor, me devuelve los recuerdos que la vida me arrebató. Podéis brindar por ello, podréis reconocer que si muero en el empeño, jamás lo habréis de saber. Así cambió mi vida, así cambió mi ser, lo llevo en las heridas, créeme. Así cambió mi vida, cambió mi ser, lo llevo en las heridas, créeme. Así cambió mi vida, así cambió mi ser, lo llevo en las heridas, créeme. Así cambió mi vida, cambió mi ser, lo llevo en las heridas, créeme. Créeme.