Cuatro viejos rumbeador, deja que te desenpolve,
si es que escuchas mi clamor,
bríndame un que sea un acorde,
ya pasigo este dolor,
pa' que en mi pecho no estorbe.
Cuatro viejos rumbeador, deja que te desenpolve,
si es que escuchas mi clamor,
bríndame un que sea un acorde,
ya pasigo este dolor,
pa' que en mi pecho no estorbe.
Dame tú la inspiración,
que a esta situación se amolde,
entre tu música y ron.
Voy a arreglar este desorden y servirás de bastón,
cuatro de mi corazón,
cuando de
la pea me encorve,
este amor tan tormentoso,
no quiero que llegue al borde,
dejaré su
agua en reposo,
así el guayabo sea enorme,
porque un llanero celoso se pone más peligroso
que un mono con un revólver.
Mi
amarillo rayemula,
si el tabardillo te aborda,
trota,
trocha y disimula,
mientras la tarde se entorda,
ya si mis penas se emulan,
lo que un caballo soporta.
Mi amarillo rayemula,
si el tabardillo te aborda,
trota,
trocha y disimula,
mientras la tarde se entorda,
ya si mis penas se emulan,
lo que un caballo soporta.
De mi pecho desencastro el puñal que me trastorna,
no soy el que sigue el rastro de aquello que no retorna,
porque para fiel mi cuatro y el caballo que idolatro,
que su confianza me otorga,
así me mata el dolor.
No quebrantaré mis normas y juraré por mi honor,
el que de orgullo se adorna,
nací para ser cantor,
y no un mendigo de amor que de sobra se conforma.