Tengo el corazón hecho pedazos, rota mi emoción en este díaNoches y más noches sin descanso, y esta desazón del alma míaCuántos, cuántos años han pasado, grises mis cabellos y mi vidaLoco, casi muerto, destrozado, con mi espírituabarrado a nuestra juventudMás frágil que el cristal, fue tu amor para míCristal, tu corazón, tu mirar, tu reírTus sueños y mi voz y nuestra timidezTemblando suavemente en tu balcónY ahora sólo sé que todo se perdióLa tarde de tu ausenciaYa nunca volverásLo sé bien, nunca, nunca másTal vez me esperarásJunto a Dios, más alláYo te veré si no me vesSi no me ves, no te verásY ahora solo sé que todo se perdióLa tarde de tu ausenciaTú sabes que yo te quieroYa nunca volverás, lo sé bien nunca, nunca más, tal vez me esperarás junto a Dios más allá.Amén.