La
vida ahora es un juego frío,
el viento de otoño nos seca el vacío.
Todo lo que amé me pide odiar
y el mundo se lleva lo que no puedo guardar.
El viento sobra pero no consueda,
mi alma herida en su tristeza vuela.
Lo que perdí otros lo celebran y mi corazón del silencio se quiebra.
Las hojas caen como mis lamentos,
un eco distante de antiguos momentos.
Mi amor se
convierte en un peso amargo,
mientras los días pasan sin reparo.
Lo que un día brilló ahora es sombra
y mi voz se pierde donde nadie nombra.
El otoño guarda las lágrimas caídas,
susurra verdades que nadie olvida.
Mi amor se convierte en un peso amargo,
mientras los días pasan sin reparo.
Lo que un día brilló ahora es sombra
y mi voz se pierde donde nadie nombra.
El otoño guarda las lágrimas caídas,
susurra verdades que nadie olvida.
La
vida ahora es un juego frío
No se cae el vacío.
Todo lo que amé me pide odiar.
Y el mundo se lleva lo que no puedo guardar.
El viento sopla, pero no consuela.
Mi alma herida en su tristeza vuela.
Lo que perdí otros lo celebran.
Y mi corazón en silencio se quiebra.
En los sueños guardan las lágrimas caídas.
Susurra verdades que nadie olvida.