Fue un bajo, después laguna, con el tiempo se hizo isla.El río le fue arrimando tierra y agua, sauce, vida.Un Pedro la vio creciendo, mientras sus hijos crecían.Se van yendo río abajo, esos hijos de la Luisa.Hay que entender esta vida, sabemoso me decía.Siempre algo nos da este río, pero hay veces que nos quita.Y el río pasa, lleva, algo nos deja y algo se va.Don Pedro se fue apagando, como fueguito de chilcas.Quedó prendido a las redes, una fiera amanecida.Y su alma de camalote, hoy entre azules crecida.Es eco de ausencia el rancho, monta y cielo, vieja Luisa.Habiendo creado tantos hijos, a fuerza erpan en la isla.La isla que trajo el río, río que nos da y nos quita.Y el río pasa, lleva, algo nos deja y algo se va.