Creí en tus ojos que hablaban de amor,
quemaban mi pecho con falso calor.
Un pacto sellado con dulzura y fe,
y ahora descubro que nunca fue.
Puñal en el alma,
tú me clavaste con una sonrisa que envenenaste.
Traiciones tu nombre,
no grita mi piel,
me matas despacio con sabor a ayer.
Tu risa es un eco vacío y cruel,
promesas desechas como papel.
Te di mi confianza, la rompiste en dos,
ahora mis días tiemblan sin voz.
Dime por qué fingiste ser verdad,
cuántas máscaras habrá tras tu falsedad.
El fuego ardía y lo apagaste tú,
mentiras vestidas con tonos de azul.
Puñal en el alma,
tú me clavaste con una sonrisa que envenenaste.
Traiciones tu nombre,
no grita mi piel,
me matas despacio con sabor a ayer.
Se quevo el viento,
tus palabras fuertas,
es fuello estallo como hojas secas.
Pero que sepas, aunque fui tu nueva,
y en asco de tono,
haciendo de fuego.
Se lleva el viento,
tus palabras suecas,
mis sueños caen como hojas secas.
Pero que sepas, aunque te fui tu juego,
en asco del polvo,
hirviendo de fuego.