Con nuestro amor vivimos nuestra vida
Hasta que alguno de los dos venga a la muerte
Mientras vivamos yo serás mi consentida
Pues estoy conforme de encontrar así mi suerte
Cuando la miro siento estar cerca del cielo
Parece virgen de un templo conocido
Con su presencia vengo a tu lado
Todo blanco en el luz
Nada deseo que más valga para mí
La vi reír y de pronto me abrazaba
Y al conocerme me brindaba su confianza
Llegó la hora más precisa que esperaba
Y su mirada dio luz a mi esperanza
Me dio su amor desinteresadamente
Y ahora la quiero más y más racionalmente
Cada día estoy conforme
Porque me ama tiernamente
Es mi consuelo, mi esperanza y mi alegría