Te miré de pronto y te empecé a querer
sin imaginarme que podría perder.
No metí mis pasos y caí en tus brazos,
tu cara de niña me hizo enloquecer,
pero fui en tu vida una diversión,
tan sólo un juguete de tu colección.
Me enlujaste al verte y tus ojos verdes
me pusieron trampas a mi corazón.
Tropecé de nuevo y con la misma piedra,
en cuestión de amores nunca he de ganar,
porque es bien sabido que el que amor entrega,
de cualquier manera tiene que llorar.
Tropecé de nuevo y con la misma piedra,
en cuestión de amores nunca aprenderé,
porque había jurado no jugar con ella.
Tropecé de nuevo y con el mismo pie.
Pero fui en tu vida una diversión,
tan sólo un juguete de tu colección.
Me embrujaste al verte y tus ojos
verdes me pusieron trampas a mi corazón.
Tropecé de nuevo y con la misma piedra,
en cuestión de amores nunca he de ganar,
porque es bien sabido que el que amor entrega,
de cualquier manera tiene que llorar.
Tropecé de nuevo y con la misma piedra,
en cuestión de amores nunca aprenderé,
yo que había jurado no jugar con ella.
Tropecé de nuevo y con el mismo pie.
Tropecé de nuevo y con la misma piedra,
en cuestión de amores nunca he de ganar,
porque es bien sabido que el que amor entrega,
de cualquier manera tiene que llorar.