Sol aplaudito la leña que florece en los caminos,
sos el campo peregrino,
don paisano trovador,
son la luz en los senderos,
que en los ranchos son la fiesta,
donde hay boinas muy coquetas que acarician con amor.
Chámame,
te estoy nombrando,
chámame que en la ranchada
son la voz de la ramada,
acordeón,
ambaraca,
ya no estás solo en corrientes,
ya dejaste de tus pagos
y te bailan en Santiago con verbo tradicional.
En Misiones y entre ríos,
en Formosa y en El Chaco,
te afirmaste como macho y rumbeaste a Santa Fe,
y por fin en Buenos Aires,
con cariño y con empeño,
la unió hasta a los forteros,
porque sos el chámame.