Yo aún no entiendo
por qué
te tengo tan
presente en mi cabeza.
Vienes con tu canto de rosales,
con tus mares avisales
y yo me calmo.
Y me gustaría agradecerte
este cruce de caminos,
la razón de tu existencia.
Y me gustaría agradecerte
el simple hecho de que tu alma quiera jugar con la mía.
Miras a mi lado por si amaina el latido de mis miedos.
Por si cae ronca la bruma del codijo que te ofrezco.
Y yo no podría,
y yo no podría no hacerlo.
Y me
gustaría agradecerte
este cruce de caminos,
la razón de tu existencia.
Y me gustaría agradecerte
el simple hecho de que tu alma quiera jugar con la mía.
Đang Cập Nhật
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