Hubo una vez un país de miel con tejados color vermellón
donde yo era reina y él era el rey en un reino de cuentos de amor
Mi mágico castillo en el aire
brillaba transparente bajo el sol
Hubo luego aquella tormenta cruel y el castillo del aire cayó
La luz de un rayo se abrió a mis pies y el abismo de su corazón
Entonces pude ver lo tal cual era y lo que descubrí me destrozó
Yo fui una vez ese ingenuo fiel que este cuento creyó realidad
Y pagué tan cara mi estupidez que no quiero atreverme a soñar
No quiero más castillos en el aire