Una carta de luto me encontré al entrar al cuarto donde dormía.
Una
joven que siempre yo soñé
de que un día fuera mi consentida.
Por ser pobre a mí me despreciaba.
Y yo nunca su amor me merecía.
Se marchó en busca de dinero.
El dinero es el amor de su vida.
Eres una mal pagadora.
Te cambiaste por dinero.
Al estar ausente de mi lado,
recordaba mis palabras sinceras.
Regresó en busca de mi amor.
Pero yo andaba botella tras botella.
Fue muy dura y cruel
la declaración.
Al mirarla borracho sonreía.
La que un día por dinero me cambió.
Hoy
en busca de mis brazos venía.