canción para quedarse en casa.
Quieta, muy quieta, quédate
que pronto te traeré
un vaso y la aspirina.
Todo el sudor te secaré,
te preparo un buen té
y aviso a tu oficina.
Sopa de cajita y hamburguesas de comer,
todo con tal de que estés de pie.
Porque ya ves que hasta mi gato se resiente
y yo también,
si tú no estás movilizando nuestras vidas.
Y hay que ver lo triste que es
mirarte en cama y no saber qué hacer.
Mirarte en cama y no saber qué hacer.
Deja la ducha y siéntate,
no es la primera vez
que tú no la visitas.
Y mira el turquesa de las seis que
va aclarándose hasta volverse lila.
Pongo una película y me quedo yo también,
todo con tal de que estés de pie.
Porque ya ves que hasta mi gato se resiente y yo también,
si tú no estás movilizando
nuestras vidas.
Y hay que ver lo triste que es
mirarte en cama y no saber qué hacer.
Mirarte en cama y no saber qué hacer.
Muchas gracias.
Yo crecí escuchando boleros y cuando empecé a componer,
pues también dije,
voy a hacer
boleros.
Es lo que más me gusta,
es lo que escucho desde pequeño.
Y lo intenté y lo
intenté varias veces pero no me salían.
Como que faltaba ahí un ingrediente de
esos que no se compran en la botica,
de esos que solamente la vida te puede
regalar.
Hasta que un día descubrí cuál era ese ingrediente
con una poesía de Jaime
Sabines.