Ven,
que la lluvia nos llama,
la tarde está sola y el río también.
Sube del valle un perfume a tierra caliente que es como tu piel.
Girones de amor,
río abajo van,
mujer,
y el silencio está con ansias de luz anhelándote.
La tarde se va,
la lluvia de amor no apaga mi sed de ti,
tú también te vas envuelta en su manzo gris.
Ven,
que nos llama el sendero,
el monte es un nido entibiándose.
Verde cabaña en la lluvia,
serena destío esperándote.
Solo faltas tú,
mojada de amor,
mujer,
si vienes a mí,
hecha ceibo en flor, tu dueño seré.
La tarde se va,
la lluvia de amor no apaga mi sed de ti,
tú también te vas envuelta en su manzo gris.
Ven,
ven,
ven.
Đang Cập Nhật
Đang Cập Nhật
Đang Cập Nhật