Peón de campo veterano,
bien conoces que la noche,
misteriosa y milagrera,
más te acerca la guitarra y al cansancio de tu pena.
Camba de Dios,
todo el día a trabajar,
pero siempre en las bailantas,
entre caña y chamamé,
se te escapan por el grito las penas que vos tenés.
Guitarra y cordeona,
llegando el domingo,
guitarra y cordeona la vida entera.
Guitarra y cordeona,
llegando el domingo,
guitarra y cordeona,
siempre chamigo.
Camba de Dios,
mencho antiguo correntino,
yo respeto y comparendo tu silencio resignado
y te siento más cercano,
más amigo,
más hermano.
Camba de Dios,
entre los montes ariscos,
te va ganando la tarde,
para llevarte con ella,
junto al sueño de que un día,
se haga más, por tanto espera.
Guitarra y cordeona,
llegando el domingo,
guitarra y cordeona la vida entera.
Guitarra y cordeona,
llegando el domingo,
guitarra y cordeona,
siempre chamigo.