Como diez duendes inquietos que te hagan soñar
se pasean por tu vientre los dedos de mis manos
como dos garfios ardientes te sujetan por los hombros
con tanta delicadeza las manos de mis brazos
Dame, dame esos besos que me ibas a dar
esta noche no quiero ver cómo te vas
te amaré sin tapujos y de lo mío es de ley
baila el son de mi fuego y calma mi sed
Como dos grandes gigantes te levantan sigilosos
mientras tú ya te estremeces estos brazos que ahora muevo
como va un platillo al ritmo marcado por el momento
golpea tu cintura mi cuerpo con tu cuerpo
Dame, dame esos besos que me ibas a dar
esta noche mi puerta se cierra al entrar
te amaré ardientemente y de lo mío es de ley
baila el son de mi fuego y calma mi sed
Como la nieve en invierno como la lluvia de abril
tú despiertas mis sentidos yo acelero tus latidos
nos lanzamos al vacío cuando aprieta el estallido
y susurras a mi oído pero qué bonito has sido
Dame, dame esos besos que me ibas a dar
esta noche no quiero ver cómo te vas
te amaré tal vez siempre y de lo mío es de ley
baila el son de mi fuego y calma mi sed
Dame, dame esos besos que me ibas a dar