Ya,
a luna,
2024,
pensando en ti, niño, en el cuarto,
la cabeza vuelta atrás.
No quiero,
no quiero,
no quiero, no quiero.
No quiero hacer eso,
llevo horas moviéndome en bucle por el piso,
el rap me come los sesos,
no sé si darle oído y sosrayarme y escribirlo.
No tiene sentido,
tengo los ojos rojos y nosidos,
buscando un camino,
en modo obsesivo,
compulsivo,
al menos hoy has venido.
Pero sigo sola,
si lo miro en objetivo,
parecéis todos fantasmas
susurrándome al oído.
Le estoy dando más vueltas que el ventilador del techo,
mi pecho
retumbando como el coche de un rapero.
La ceniza de ese DRAI 04 por el suelo, si no
fuese porque no puedo, alzaría el vuelo.
Me acecha como buitre carroñero, me rodean
círculos concéntricos,
estoy tirada en el suelo,
espero a que flabe el pico en mi señuelo,
que me haga sentir algo bajo tanto anestésico.
Le estoy dando más vueltas que el ventilador del techo,
me retumba el pecho al ritmo del
techo,
no,
no,
tengo todo hecho,
lo cocino a fuego alto en la sartén,
con aceite y oliva
virgen,
pongo el bucle en el papel pa' que se pare,
pero sigue,
fiel a repetirse,
a resistirse,
a que lo saque de mi sien,
si entras ya no sales bien,
si tecas ya no vuelves al jardín
de les dé.
Le estoy dando más vueltas que el ventilador del techo,
por aquí estoy el fantasma susurrando en mi alojito,
que lo saque de mi sien,
sien,
sien,
sien.
Si tecas ya no vuelves al jardín de les dé.