Bonita ranchera que yo encontré en ZacatecasCon ojos grandes, sus trenzas largas y piel morenaCortaba tunas de los nopales de aquellas tierrasCon sus manitas llenas de espinas, cogió las míasValía más que nunca, tomara yo aquellas manosValía más nunca, haber besado aquellos labiosLa llevo dentro, como mi sangre, la sigo amandoEs el cuchillo que me desgarra muy dulcementeDe muy buena gana, me hubiera estado todito el tiempoJunto a la diosa más primorosa del universoPero no pone, y Dios disponeDe ahí mi tormentoPor eso vivo, muy lejos de ella, con el recuerdoAhora se encuentra, por otros ojos, enamoradaYa no es la misma, de aquella tarde que yo encontraraLa he perdido, también mi vida, pronto se acabaPor el recuerdo, de mi morena, me voy muriendo