Ví a pedir una volada, solo por no estar callado, porque del toro cansa, cuídense de la topada,
soy como tiento de papada, paso a cortar un tirone, me arrastro como el hurone, me cimbro como culebra,
por si me topa algún quiebra, a vistear por aficiones, si voy a la pulpería, y hallo los indios mamados,
como perro acostumbrado, o cero al pedir la mía, o como gata con cría, de todos tengo resuelto,
y aunque mi cuero es de un pelo, si alguno me prende un seco, como dormilón culeco, me sé arrastrar contra el suelo.
Curioso como vagual, si una discusión soporto, pa' conversar soy malo,
más corto que eso veo de corrales, pa' capear a un temporales,
soy como el gato matrero, como el niandú de ligero, cuando escuchan ruido a rama,
los lechones cuando maman, se apilan en el chiquero, si apartan de una pelea,
alguno me corta el cuero, me aguanto como el ternero, que la madre lo patea,
o cero al pedir la volada, paso a cortar un tirone, me arrastro como el hurone, me cimbro como culebra,
en cada chimenea, en cada lugar que acampo, y si algún recuerdo estampo, lo hago a manera consejo,
despacio y mirando lejos como quien recorre el campo.
Si alguna pena perdida, habita en mi corazón, me da la vida, me da la vida, me da la vida, me da la vida, me da la vida.
Si alguna pena perdida, habita en mi corazón, me da la vida, me da la vida, me da la vida, me da la vida, me da la vida.

La dejo allá en un rincón, como una fiera dormida, por los labios de una herida,
calculo la cicatriz, pa'l surco he sido perdiz, pa' la noche terutero, pa'l monte como el matrero,
y para el viento raíz, igual que la tierra arada, muestro el revés cuando escribo,
y se largan los estribos a tiempo.
La rodada, la mujer y la picada, hay que vivirlas cuidando,
y aquel que ande matreriando, debe saber dirigirse,
y a un despeligroso hundirse, mejor cruzar nadando.
Baila amor, como el yullero,
tengo lo que les complazca,
que el que anda eligiendo guasca, debe conocer de cuero,
y soy pa' los parejeros, como el gringo pa' la huerta,
que el sonso que se despierta, me han *** que es pa'l amore,
cargoso y encaradore, como borrego a la puerta.
Me gusta aguantar callado, cuando no puedo dormirme,
y aunque suelo sacudirme,
igual que perro mojado, apotro, descosquillado,
pa'l mi halo, por los encuentros, pa' cortar a un cuero al centro,
empezar por la estaqueada,
que en cuevas abandonadas, siempre hay algún bicho adentro.
Bueno tengan de recuerdo, el alma de mis endechas,
que toda estaba derecha, sale del garrón izquierdo,
vía de sencillar en mi lerdo, que se le ha crecido el tuce,
y a encinas no se hagan cruces, si les apure un demoro,
que en donde escarban los toros, hacen nidos los ñandoses.
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