Solo era una criatura.
Era la más querida de la familia.
Una niña llena de encanto.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema, se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema, se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema, se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema, se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
Chata tenía los ojos de mamá.
Era una preciosidad.
La llevaba siempre a pasear.
Y yo era su canguro.
La encantaba jugar.
Me acuerdo cuando la llevaba a la playa.
Se ponía a correr.
Y se caía
sobre aquellas arenas blancas.
La cargaba.
Y la llevaba hacia el mar.
No la puedo olvidar.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.
El hombre que se quema,
se quema el hombre.