Soplaré, soplaré, soplaré y tiraré,
y tiraré tu casa.
Solo quedará el suelo de parque y el cielo estrellado sobre él.
Y en mi mano hay
un coñac templado y en mis labios hay
un oído largo.
Soplaré,
soplaré, soplaré
y tiraré por el balcón tu ropa.
Solo quedará la cuerda del tendal
y el gorreón que espera por el pan.
Y en mi mano hay
ahora un jurabano
y en mis labios hay
un oído largo.
Soplaré,
soplaré,
soplaré y tiraré tus discos,
tus novelas.
Solo quedará el polvo en suspensión
que se irá posando en el sal.
Y en mis manos hay mi guitarra nueva
y en el cielo hay una luna llena.
Đang Cập Nhật
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