Tanta seguridad, tantos recursos, no son nada más que una pantalla que pones para esconderse.
Tengo la sensación de que me hablas igual que un actor que no se aparta un milímetro del guión.
Estás junto de dos, si jamás das no podrás perdí, jugar al amor es cosa de dos.
Nunca serás un dios, escuadrón perfecto, guardián protector, aunque el infierno se echele un millón de veces.
Yo me dejo llevar, igual que un cisne atrapado en el bar, con un sonido triste que viste para encantarte.
Estás junto de dos, si jamás das no podrás perdí, jugar al amor es cosa de dos.
El papel de ladrón, del país de la fantasía, no te dará la ocasión de conquistar mi corazón, mi corazón, mi corazón.
Esas junto de dos, si jamás das no podrás perdí, jugar al amor es tan solo un asunto de dos.
Si jamás das no podrás perdí, jugar al amor es tan solo un asunto de dos, si jamás das no podrás perdí.
Un asunto de dos.