De mí para ti.
La alarma que suena como cada día,
la ducha caliente, el café por la mañana,
conquista fallida de un abrazo tibio,
cojías el periódico tan solo la portada.
Te vas apurado,
tienes compromisos y un beso fugaz seca y choca contra el piso.
¿Qué nos sucedió?
Me quedo pensando y le pregunto a la nada,
mientras te observo triste desde la ventana.
El cielo está gris, sombrío, ¿cómo está
mi alma?
¿Qué nos sucedió?
Tal vez la rutina que absorbió nuestras miradas,
quedaron caricias
y lo que me duele es que así
será mañana.
Mirando las fotos,
leyendo tus cartas,
me escapo y navego hacia el pasado,
un momento.
Tú y yo de la mano,
olvidando el mundo,
robando los
besos que ahora ya no tengo.
Se rompe la magia y vuelvo al presente.
Sonríe y no llores, le ordeno a mi mente.
¿Qué nos sucedió?
Me quedo pensando y le pregunto a la nada,
mientras te observo triste desde mi ventana.
El cielo está gris, sombrío,
¿cómo está mi alma?
¿Qué nos sucedió?
Tal vez la rutina que absorbió nuestras miradas,
quedaron caricias frías, sobrias, mesuradas
y lo que me duele es que así será mañana.
La alarma que suena y nadie la apaga,
cajones vacíos,
tu nota en mi cama.
No hay truque de besos,
con sabor a nada.
Hoy te toca verme partir,
triste desde tu ventana.