MOLINERA No recuerdes el infundio, fue peligro y envidioso, fue el engrano, saca el gofio, y amasemoslo con piel. Molinera, Molinera, te robaste los costales, de casada y de soltera, no dejes de enamorar. Al peón que te camela, cuando el marido está fuera, o al caminante que llega, sediendo de beso y paz. Curva tu cuerpo en la arena, como una espina furtiva, cuando solitaria queda, olvidada del amor. Y tiéndete sobre el río, que es buen regazo, para besar al amigo, que quiere hacerte el amor. MOLINERA Molinera, Molinera, entre la piedra y el polvo, aspa y brazos, valle y corvo, alma será tu y la seré. Y un pueblo mísero y pobre, envidia tu libertad, atrasado y oprimido, entre la aspa y la pared. Atrasado y oprimido, entre la aspa y la pared.