En esta copa de perno me escanen sus ojos,
en este humo gris azul mi sueño muerto,
en este rojo amanecer y sus labios rojos,
y el barco del olvido me siento en el puerto,
un rato más y con su nombre y su recuerdo
tendré que irme para nunca regresar,
por eso mi alma de pierro y de otra copa de perno,
con el reflejo de sus ojos de luz de mar.
Sirva, sirva cantarinero, otra copa de amargura,
para ver en mi locura esos ojos que yo quiero,
el amor del marinero tiene
tanto sin sabor,
no lo pueden ver sin perro,
sirva,
sirva cantinero, otra copa de licor.
Tal vez la culpa no fue de ella ni fue mía,
se dice tanto del amor del marinero,
que
estuvo miedo de creer que la quería,
por eso la perdono, por eso es que la quiero,
también por eso cada copa que yo beba,
tendrá el reflejo de sus ojos verde mar,
yo seguiré con mi perreno
y con mi sueño de pierro,
en el olvido de mi barco de ultramar.
Sirva, sirva cantinero,
otra copa de amargura,
para ver en mi locura esos ojos que yo quiero,
el amor del marinero tiene tanto sin sabor,
no lo pueden ver sin perro,
sirva, sirva cantinero,
otra copa de licor.
Sirva, sirva cantinero, otra copa de licor.