Ya no me busques en este mundo,
allá en mi tumba quedan mis restos
y sobre ella está mi nombre.
Al cielo pido, al cielo cuando
que venga la lucha de la muerte,
quiero descanso para mi alma.
Estoy seguro que de esta forma olvidaría mi sufrimiento,
se acabarían las injusticias,
las que consumen mi amarga suerte.
Solo Dios sabe por qué yo lloro,
por qué padezco de esta manera,
para mi pobre ya no hay consuelo.
Ya no me busques en este mundo,
la malda hierba está ya muerta,
allá en mi tumba quedan
los restos
y sobre ella también mi nombre.
Ahora te quedas solita en el mundo,
si aún de muerta todavía me amas, no te olvides
de un ramo de flores sobre mi tumba que ese es tu recuerdo.