Las luces de la avenida le bailan alucinadas
y adentro en sus ojos duros se llenan lunas en llamas.
El pueblo se va alejando,
la noche aulla fracasos,
muñequita en bancarrota ya no se banca,
aún rechazó.
Lace la ruta en moto,
rugido en celo la alcanza,
el corazón que le entrega tiene olor a vino y nafta.
Se ríe de pecho abierto,
en cada ojillo una estrella,
frente a la vista del campo el amor los atropella.
Las luces de la autopista, palomas alucinadas,
él va persiguiendo el paso de la muchacha que se escapa.
El pueblo que abre la boca para chumearles el alma,
él es un pájaro pobre y ella una mariposa diabla.
Ella se va por la ruta,
huyendo a la noche larga,
las piernas hechas poesías de grillos
y de chicharras.
Se ríe de pecho abierto,
en cada ojillo una estrella, frente a la vista
del campo el amor los atropella.