Un plácido amanecer me deleita la retina, a remoles virginales le sirven como cortina,
a la aurora consecuente que desde oriente se impina, llenando de luz y vida a mi estancia campesina.
Antes de empezar labores el llanero se persigna, su espíritu filantrópico fe con trabajo combina,
allí la naturaleza toda movención coordina, el arrendajo en la ceiba, en el guayabo la mirla,
el carpintero de un palo podrido saca proteínas, el capón en el chiquero en el palmar las cochinas,
el caballo en el potero en el patio las gallinas y en la orilla del estero Manobús sus pollinas.
En los aleros del monte unas loras parlanchinas esguazan a un guamoloro su principal vitamina,
los araguatos anuncian que un diluvio se aproxima, reafirman ese presagio bandadas de golondrinas
y después de un veranón llegan las lluvias venenas, entonces la guaratara y lambedora germinan
y un relámpago apurado rasga el velo en la neblina y en la sabana se jalla eso que más me fascina.
Se ve ganado como topia y caballos por madrinas, los toros fieros pitando con su mirada asesina
y unas puntas que Dios mío como va a sacar cenizas.
Después del trabajo llano algo el trajín se apacigua, va uno y saca una lombriz y al anzuelo la madrina
enviste para cualquier charco con sus aguas cantarinas y por muy salado que sea
prende aunque sea una guabina, un chorrosco, un blanco pobre, un yaque o una curivina
con yuca y braguete viejo felizmente eso cocina o si no la tazajera generosa le propina
carne seca, papicillo o un picadillo asesina.
Dichoso el que los caminos de la sabana camina, nutre su vista de paz con lirios y clavellinas
y un chubasco vagabundo pone a bailar las espigas ellas son de la pradera sus clásicas bailarinas.
El ganado en la banqueta a plagiar se arremolina allí el gusano se reza no se utiliza creolina
para cualquier malestar hay natural medicina para un cólico baba eguasimo con aceite de ricina
papicadura es culebra lidimento y curarina para espantar de raíz la gripa o la tosferina
beba manteca de raya o si no aceite de tonina y si un dolor de cabeza su buen ánimo lastima
una bella de chimón oficia como aspirina.
También para la impotencia si el amigo no se anima el miembro del zorro guache se raspa y se vuelve harina
se toma con miel de abeja y unas gotas de quidina y esa cabulla le alcanza para la esposa y la vecina.
No me falta un lengüejoso al lado zurdo en la pretina porque como soy derecho de manera repentina
saco fácil mi defensa si el peligro se avecina.
Si salgo de cacería con perros y carabina capturo lo necesario para la diaria tragandina
no soy ese asolador que lo que ve lo extermina respetar cuidar y amar al llano ha sido mi doctrina.
La topochera tupia me sirve como letrina con las hojas secas queda la nalga limpia y genuina
el llano es un paraíso de riqueza es una mina
Aquí la mujer llanera cualquier oficio domina sin perder la donosura de su gracia femenina
con el sol de los venaos cuando la tarde declina afino mis cuatro viejos y hago complas de lancina
para la mujer que adoro a la que estimo y me estima.
Por todo gracias Dios mío mil gracias Virgen Divina por no estar contaminado de la vida citadina
por haberme dado el don de la copla diamantina y por ser un buen humano con el alma campesina.
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