Era una tarde
lluviosa y muy fría cuando en la iglesia me
encontraba yo rezando y pidiéndole a Dios que
me ayudara por tantas cosas que me estaban
pasando cuando de pronto hoy llorara un niño
alcé la vista para ver en dónde estaba
estaba hincado al pie de un crucifijo
pidiendo a Dios que su padre regresara
lo levante con el pañuelo en la mano me
arrodille junto al niño que lloraba
y al secarle sus ojitos me di cuenta
que era mi hijo y muy fuerte me abrazaba
con sus ojitos
rosados por el llanto me preguntó qué
había pasado en donde estaba me platicó
lo que él había sufrido cuando muy lejos de su lado me encontraba
hijo de mi alma
quiero que me perdones estás muy niño para que puedas comprender
pero ante Dios te lo juro por mi madre
que para siempre muy juntos viviremos
así pasaron las horas de esta tarde
aquella tarde que yo nunca olvidaré
yo rezando en la iglesia y al pie de un crucifijo
ay a mi hijo llorando lo encontré