Paseate delante de mis ojos y vístete como tú,
sabes que me gusta verte.
Yo dejaré volar mi mente y saldré a buscarte en medio de la gente.
Prepararé mi corazón para cuando te vea que sepa contenerse,
pero mis ojos me delatan solo con una mirada tuya es suficiente.
Al otro lado del río donde acaba el puente,
allí todo es distinto,
allí nada se vende,
sobran las palabras y se respira más fuerte.
Al otro lado del río donde acaba el puente,
allí todo es distinto,
allí nada se vende,
sobran las palabras y se respira más fuerte.
Y yo te vestiré de besos porque para los amantes
no hay traje más perfecto.
Y yo te vestiré de besos porque para los amantes
no hay traje más perfecto.
Y con los ojos abiertos pellizcándome,
asegurándome
que no sueño.
Y la palabra no,
entre nosotros dos se queda tan pequeño como la huella de
un paro en un desierto de arena.
Al otro lado del río donde acaba el puente,
allí todo
es distinto,
allí nada se vende,
sobran las palabras y se respira más fuerte.
Al otro lado del río donde acaba el puente,
allí todo es distinto,
allí nada se vende,
sobran las palabras y se respira más fuerte.
Al otro lado del río donde acaba el puente,
allí todo es distinto,
allí nada se vende,
sobran las palabras y se respira más fuerte.
Al otro lado del río donde acaba el puente,
allí todo es distinto,
allí nada se vende,
sobran las palabras y se respira más fuerte.