En la casa de un amigo, la tormenta fue testigo de lo que voy a contar
Un rayo sobre las tejas nos trajo la oscuridad, nos trajo la oscuridad
Y con una candileja nos tuvimos que alumbrar
Y una baraja de cartas hizo todo el mundo jugar
Y no cayeron en falta esas maquinitas raras que rompen la humanidad
Yo nunca voy a olvidar aquella noche tan grande, en el tiempo que me queda
Hablando con los chavales al lado de la Sibelea
Un tronco en la chimenea avivando la candela hizo a mi amigo cantar
Una cazuela de barro con dos corrones de pan, con dos corrones de pan
Y los chiquillos cambiaron el yogur por polear
Un parchí en una tabla con cuatro rayas pintas
Con pipas de calabaza y botones se apuntaba porque quería jugar
Yo nunca voy a olvidar aquella noche tan grande, en el tiempo que me queda
Jugando con los chavales al lado de la Sibelea
Hizo el padre de mi amigo con blanca harina de trigo cuatro teleras de pan
Sus manos en un lebrillo amasaron sin parar, amasaron sin parar
Y a su vera los chiquillos aprendieron a amasar
Y no había cobertura, televisor ni internet, solo había la hermosura
Esa paz y esa ternura que da la luz de un quinquén
Yo nunca voy a olvidar aquella noche tan grande, en el tiempo que me queda
Hablando con los chavales al lado de la Sibelea
Se hizo por la mañana y un niño en una ventana dio sin pestañear
Madre que el mundo está ardiendo, había parado de llover, había parado de llover
Como una bola de fuego salía el sol para él
Aquella noche de agua me trajo la oscuridad
La añoranza de aquel tiempo en el que apenas viviendo se vivía mucho más
Yo nunca voy a olvidar aquella noche tan grande, en el tiempo que me queda
Jugando con los chavales al lado de la Sibelea
Đang Cập Nhật
Đang Cập Nhật