Seguimos, otro corridón.
El Águila Calva.
Digo, digo, el Águila Blanca.
Como ya andamos iguales, me confundo.
Ya le va, patrón Oscar García.
Y esto dice, jálate, Brian.
Judiciales a la vista,
claven todo y relajados.
Si preguntan, yo contesto.
Ustedes son mis empleados.
Si hay en algo, no se asusten.
Estamos apalabrados.
Al caer en el retén,
los guachos le preguntaron,
¿a qué se dedican, compas?
Trabajamos de empresarios.
Tienen pinta de mañosos.
Bájense pa' revisarnos.
Les sellaron un papel y una bolsita manchada.
Le preguntaron, ¿qué es eso?
Contestaron de volada.
Y ya con esto descubrieron que la rama iba cargada.
Al quererlos esposar,
dijo el que iba manejando,
mire señor oficial,
mejor vamos arreglando,
porque si a una llamada se van a quedar mirando.
Mire señor empresario,
se les acabó el corrido.
Quiero el nombre de la empresa a la que han pertenecido.
Sí señor, con mucho gusto.
Se llama Viajes Carrillo.
Para qué tanto relajo,
porque no habían avisado.
Déjenme la contraseña y váyanse con cuidado.
Díganle a la águila blanca que ojalá y viva 100 años.
Ay, no más.