Su sinto milagro,
el desfase de Dios,
contamina mi alma y quema mi ropa.
Tenía un abrigo de plasma
y de mil colores que tenía que coser.
Pedí una mano al soberano esperando que se ponga en mi lugar,
que en las peores circunstancias acabaría bien.
Que en las peores circunstancias acabaría bien.
La fuerza galopante del más maricón,
seduce los vicios
en el más campeón.
Tenía un abrigo de plasma y de mil colores que tenía que coser.
Planchas de acero inscriben tu terror,
cortinas de papel reflejan tu miedo.
Que en las peores circunstancias acabaría bien.
Que en las peores circunstancias acabaría bien.
