Queda mucho por vivir,
mañana qué pasará,
estamos juntos hasta el mar,
el cielo puede esperar.
Me das unas palmas otra vez,
vamos.
A mis cuarenta y pico queda mucho por vivir,
largo es el camino que recorro junto a ti,
cada día una aventura, no sé cómo acabará,
cada noche una locura,
abrazada a tu mirar.
Y mi cabeza viaja a otro lugar,
a otro lugar.
A un sitio lejano donde el horizonte se perde al andar.
Sango de las sombras,
no hay camino atrás,
sigo por la senda, vamos juntos hasta el mar
y abre bien los ojos en cada amanecer,
despierta y descubre ese rojo atardecer.
Y mi cabeza viaja a otro lugar, a otro lugar.
Un sitio prohibido y no regresar, y no regresar.
Bajas a la arena y la brisa azota ya,
tu sonrisa está a mi lado,
cada tarde es especial, las
olas golpean fuerte y su azul va más allá,
tu pelo cubre mis ojos, el cielo puede esperar.
Y mi cabeza viaja a otro lugar, a otro lugar.
Un sitio lejano donde el horizonte se perde
al andar.
Y mi cabeza viaja a otro lugar, a otro lugar.
Un sitio prohibido y no regresar,
y no regresar.
No, no regresar.
Y no regresar.
No, no, no, no, no, no, no, no.
Gracias.