Para Sin Pecao de mi Pueblo, ¡Viva Ginez!
Al pie de mi Sin Pecao, al pie de mi Sin Pecao,
por esos largos carriles que en la marisma han quedado,
cincuenta años a su vera, sin moverme de su lado.
Y aunque pasen los años, Ginez siempre cantará,
Ginez siempre cantará, lloran los pinos de Arcoto,
oye Ginez, no pasa nada.
Cuántas lágrimas echadas en días de gromería,
en días de gromería, cuántas lágrimas echadas
en días de gromería, cuántas lágrimas echadas
en días de gromería, en días de gromería,
cuántos rosarios de amores en mi carreta encendía,
cuántos recuerdos de Edo roció del arma mía.
Y aunque pasen los años, Ginez siempre cantará,
Ginez siempre cantará, lloran los pinos de Arcoto,
oye Ginez, no pasa nada.
Cuántos sueños de camino en noces de primavera,
en noces de primavera, cuántos sueños de camino
en noces de primavera, cuántos sueños de camino
en noces de primavera, en noces de primavera,
que en el tiempo se han quedado y en mi alma rociera,
cuántos suspiros en los labios pasando la noche en vela.
Y aunque pasen los años, Ginez siempre cantará,
Ginez siempre cantará, lloran los pinos de Arcoto,
oye Ginez, no pasa nada.
Cincuenta salves en el quema y al pasar era joli,
y al pasar era joli, cincuenta salves en el quema
y al pasar era joli, cincuenta salves en el quema
al pasar era joli, al pasar era joli,
con Ginez siempre a tu lado, por las arenas te vi,
mientras los pinos lloraban, yo también lloraba allí.
Y aunque pasen los años, Ginez siempre cantará,
Ginez siempre cantará, lloran los pinos de Arcoto,
oye Ginez, no pasa nada.