Yo soy un sinvergüenza,
moroso porque quiero.
Yo no pago que pasa y no es porque en mi casa
me falta a mí el dinero.
Yo soy un sinvergüenza,
tan solo por febrero,
que cuando el tiempo vuelvo me llueve en los recuerdos,
cuidao, cuidao, cuidao, creciendo sin dinero.
Recuerdo una infancia de cartera seca,
almuerzo y cena de pan con manteca,
desayuno inerte, pan con aceite
y un zumo pa' cuatro.
Abrazón nocturno de hermanos y hermanas
combatiendo el frío,
compartiendo camas que el invierno es largo.
Que yo se lo de bañarse calentando el agua anoche,
porque en el cuerpo volando ajo no había pala o porco.
Los recibos de la luz en los cajones acumplados
y la cabeza gaseada hasta que un brazo siempre friado.
Por eso es
que vengo haciendo coplina de cosas serias,
que por desgracia yo sé que pasa miseria,
queriendo pagarlo todo pero sin poder.
Y déjame, oh,
que pinte coloreta la vergüenza que pasa en ellos momentos,
cuando la tristeza me desplaza por dentro,
siendo un moroso que no quiere serlo.