Cinco de la tarde, por fin suena el timbre,
nos dan las vacaciones,
pasamos a ser libres.
Como cada verano,
en el Macán de mi viejo,
de camino a Calpe, a ver si la veo.
Entre tanto guirí,
la niña de mis ojos,
saludo dos besitos y mis mofletes rojos.
Juntar mi toalla a la de ella,
invitarle a un heladito con canela,
y echarle la cremita
para el sol.
Y volver a
vernos
y sentirnos vivos otra
vez
y otra vez.
Y esta vez atrevernos por todo lo que pudo
yo sé
y será.
Ya pasean muchos niños,
pero ninguno como él.
Fin de tal verano,
ya no temes capaz,
fiestita en el velero,
ahora está,
tú no faltas,
el sol cae,
los dos solos,
nuestra es la ocasión.
Nos vamos con De Marco a la isla del amor,
parar el mundo, abrir tu Coca-Cola,
sopa, piramela, papirola.
Y que solo suene tu guayallá.
Y volver a vernos
y sentirnos vivos otra vez
y otra vez.
Y esta vez atrevernos por todo lo que pudo sé
y será.
Đang Cập Nhật
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