Non vineron mis amigos,
non vineron esta tarde,
mis amigos los sinceros, mis amigos los leales,
los que yo creí que estaban de mi lado y de mi parte,
no vinieron mis amigos,
non vinieron esta tarde.
Preparé la mesa nueva,
comandé el de días grandes,
puse flores en el techo, puse flores en el aire,
y cristales finos y ricos manjares se quedaron solos,
solos como en carte.
Me dejaron solo,
como dejan solo al que nada tiene,
al que nada vale,
treinta y ocho velas rojas como sangre
se quedaron bustias y sin apagarse,
treinta y ocho años y no tengo a nadie.
He salido como un lobo a buscar quien me acompañe,
a invitar a los mendigos que me encuentre por las calles,
para que me canten, para que me hablen,
para no estar solo esta noche interminable.
Me dejaron solo,
como dejan solo al que nada tiene,
al que nada vale,
treinta y ocho
velas rojas como sangre se quedaron bustias y sin apagarse,
treinta y ocho años y no
tengo a nadie.